sábado, 12 de enero de 2008

Mi amigo Juan

Nunca lo he visto, y no sé si lo veré algún día. Pero Juanito sabe más de mí que muchas personas. Sabe las cosas que me dan miedo, y que a otros no he podido ni querido contarles. Sabe secretos que yo misma olvido a veces. Sabe que me gusta escribir poesía y sabe que pienso que me he estado haciendo tonta ocupando mi tiempo en posgrados que no cambian quien soy. Ni lo que quiero. Él no posterga el choque con la realidad, se le pone en el camino para que le pase encima, y luego se levanta y le vuelve a salir al paso.

Mi amigo Juan escribe. Y lo hace en serio, y con dedicación, sin esperar a las tontas musas a que se asomen desnudas a su ventana. Escribe, escribe en las madrugadas, en las tardes, en las noches. Escribe cosas como "el sol que jode a través de las persianas", y me recuerda a Bukowski sentado en la noche, escribiendo que los días se escapan como caballos corriendo por las colinas.Y no tiene miedo de que lean lo que escribe, finalmente le vale madre: lo escrito no se lo quita nadie. Claro, se dio cuenta antes que yo de que no hay que planearlo, hay que hacerlo.

Fue a París y chocó su coche. Yo nunca he salido del país. Toma vino cuando quiere, cuanto quiere. Yo me debo una buena borrachera a mí misma desde hace mucho. Él no espera una razón para festejar y beber. Bebe y ya, precisamente porque no hay razón. 

Mi amigo Juan hace lo que yo creo que me aterra más que otras cosas: vivir como quiere. A mí me queda un pequeño hueco por donde se filtra la duda, en los cimientos de mi certeza.  Yo a veces creo que él ya no se pregunta. Cuando le pregunté retóricamente porqué no puedo simplemente hacerme tontita y ser feliz, o por, lo menos pretender, me contestó simplemente que no soy tonta. Hoy no estoy tan segura.

Escribió sobre mí. Y no tengo forma de decirle que se equivoca, porque de hecho está en lo correcto, tiene toda la razón.  Quizá por eso, pensar en él me deja esta sensación de semiamargura: en algún rincón de él, tiene todos los elementos para, un día de estos, poner en orden las piezas de la "parte mía que no", mientras yo trato todos los días de hacer más pulida y verdadera la superficie de la "parte mía que sí".

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La capacidad de sorprenderme es lo único que puede "mantenerme alerta", si no, además de mis soledades (por propia voluntad), mis frustraciones y todo lo voluble que puedo llegar a ser, estaría al borde de un estado vegetativo emocional, Conozco a Michel hace años, honestamente no recuerdo cómo, pero lo más seguro "es que fue culpa" de "Los Avengers", incluso llegó a colaborar en varios números del fanzine. Mucho tiempo nos mantuvimos en contacto via icq, después desaparecimos, ella entre su vida académica dentro de la Literatura y yo con lo de siempre. Hace poco nos re-encontramos, ja... tan cerca "uno del otro"; en aquellos años Michel estaba en Colima... ahora a solo 15 minutos y no se porqué no nos hemos visto. Bueno es una mujer ocupada, con su hija y su novio, mientras que yo desocupado, "hijas que no son mías" y con la ridiculez de "buscar mujer heroica y para joderla más, anti-perfecta", puede ser que esa sea la "brecha" que no nos permite encontrarnos, yo tampoco se si suceda algún día, pero le agradezco que "me recuerde esa capacidad de sorpresa" que de repente se ausenta por algún tiempo.

Anónimo dijo...

Bueno, depto editorial, creo que lo que mejor puedo hacer en este caso es ofrecer mis servicios para participar y/o organizar la borrachera que dices deberte. Creo que deudas como esa es imposible pasarlar de lado. Saludos.

Depto. Editorial dijo...

Mi querido Lear, agradezco tu lealtad a toda prueba, incluso si la provoca la posibilidad del alcohol!!

Estamos en lo dicho: el día menos pensado, antes de que concluya este año.

Don Fer dijo...

Saludos desde el autogestivo, creativo...

http://autogestivo-creativo.blogspot.com

http://autogestion-creativa.blogspot.com