viernes, 5 de septiembre de 2008

Cuando el silencio me amordaza con su mano de hielo

Quiero deshacerme en palabras:
vaciarme de cosas no dichas,
de pensamientos peligrosos,
de tanto agradecimiento.
Deshacerme en un murmullo
o varios gritos,
salirme de mí y no volver nunca.

Quiero deshacerme en palabras,
porque las tengo guardadas hace mucho:
me han horadado,
me han colmado,
y a veces, algunas,
me han exasperado.

Quiero, pues, en palabras
deshacerme.
Rendirme, apagarme,
encontrar el consuelo tibio
de la mediocridad pulcra y santa,
dejar de ser mi mejor batalla,
mi única medalla,
Callar, para siempre y de una vez,
por todo lo que es sagrado,
el locuaz coro interno,
apagarle las velas,
olvidarlo,
alejarme de aquí
sin voltear para nada.

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