viernes, 12 de diciembre de 2008

Prefiero ser como Bettie Page

Hace un par de días, el Rufián Melancólico y Lear se pusieron de acuerdo para preguntarse retóricamente porqué no podemos las mujeres ser como dos personajes de películas que en cierta forma marcaron  una época, y cuyos pretendidos alcances míticos me parecen un tanto desproporcionados. 
Ya sé que no está entre las opciones, pero puesta a elegir, yo preferiría ser como Bettie Page:




 
Mis razones responden a varios asuntos: empezando porque (aunque trato de alejar semejante idea de mi cabeza) no me parece que Ilsa Lund sea el ejemplo de belleza que se pretende, y su sonrisa, junto con su atuendo, esconden la espantosa certeza de estar usando ropa interior no sólo fea, sino también incómoda. Lo lamento, no veo en sus ojos el mismo brillo que en los de Bettie.
Con Holly me sucede algo parecido. No concibo que de verdad "anduviera tan ligeramente" como su apellido quiere hacernos creer, como para no pensar ni una sola vez en el potencial daño que su atuendo sufriría. Siendo Bettie, en cambio, eso es lo de menos: la ropa, o su falta de, no importan, son sólo disfraces, como el de Ilsa, como el de Holly, pero que no opacan a la que los porta, no son más importantes que ella.
Podría pensarse que es el físico, porque claro, con todo y lo contenta que una mujer logre estar con su propio cuerpo, siempre habrá curvas más redondas, líneas más esbeltas. Pero no es por ahí. Lo que yo quiero de Bettie es el brillo en los ojos, con o sin ropa, bailando o posando; quiero ese candor, ese gusto de estar en su propia piel, mucho más cómoda que en el pequeño vestido negro de Holly, o en los elegantes sombreros de la ausente Ilsa. 





1 comentario:

Gonzalo Lizardo dijo...

Bonito homenaje, justo ahora que Bettie Page ha muerto (un día antes de que publicaras tu post)... La genialidad de esta chica consistió en descubrir (y explotar) ese umbral donde la inocencia y la perversión se mezclan con la belleza y el kistch. De seguro, ahora que se nos fue, el infierno debe ser un lugar mucho más divertido.

Saludos, Depto.!